En la quinta entrega de la sección Entrevistando a la Resistencia, en que entrevisto a activistas, artistas y, en la mayoría de casos, ambas; os traigo una entrevista con Victoria Darling, mujerista, escritora y activista trans discapacitada (https://twitter.com/TransEthics).
1. Cuando me di cuenta por
primera vez de que era trans, no había ninguna palabra para ello disponible
para mí. Tenía 5 años y sabía que era una chica. Algún programa del corazón que
vi 4 años más tarde me hizo darme cuenta de que *podía* cambiar mi género, pero
habiendo nacido como “el único hijo varón de mi padre” me daba cuenta de que
tenía un papel que debía representar, así que no podía decir nada, aunque
quería. En el colegio me acosaban por ser demasiado “femenina” o “gay” y eso me
causó un gran trauma.
A veces pienso que habría
sido mejor salir del armario entonces (esto era MUCHO antes de que se
considerase que estaba “de moda”), porque dudo que mis años de adolescencia
pudieran haber sido peores.
Lo que tiene ser gay (o sino
ser acusada de ser gay) es que nunca me atrajeron verdaderamente los tíos. Sí,
me he acostado con unos cuantos, pero nunca me sentí bien haciéndolo, incluso
después de la transición. Siempre me he sentido más cómoda con Mujeres (tanto
cis como trans) y cuando se trata de estar en una relación duradera,
ciertamente prefiero a las mujeres.
Ser trans no cambió esto,
pero recibo mucho odio de feministas tránsfobas que solo nos ven a las mujeres
trans como “hombres con vestidos” y han mentido sobre mí y me han acusado de
querer “ocupar espacios de mujeres” simplemente para acostarme con lesbianas.
En realidad con la primera lesbiana con la que tuve sexo yo todavía no estaba
fuera del armario, y nos acostamos simplemente para fastidiar a mi ex-novia.
2. Seleccioné el término ‘mujerista’ –que fue acuñado por
Alice Walker- porque una gran parte del feminismo ha sido blanqueada y
excluyente. Lo que llamo “Feminismo Blanco” se ha convertido en una herramienta
del sistema porque las Mujeres Negras y Trans son a menudo excluidas y utilizadas
como chivo expiatorio. Ser mujerista implica que me dedico a deconstruir el
patriarcado para conseguir la igualdad de raza, género, credo, y religión de
forma que todas podamos ser iguales. Para mí el Feminismo Blanco simplemente
lucha por conseguir la igualdad obteniendo la aprobación de los hombres cis
hetero blancos que están en el poder.
3. Creo que el principal problema con el activismo LGBTQI
es –a pesar del acrónimo unificador- que no muchas personas verdaderamente
abogan por los derechos de las personas trans. He visto muchas veces cómo la
Gay S.A. ha dejado de lado a las personas trans a cambio de puntos políticos. Los
derechos trans eran originalmente parte del movimiento por el Matrimonio
Igualitario, pero se abandonaron como objetivo temprano a causa de “escaso
apoyo por parte de la propia comunidad” (palabras de HRC). Adicionalmente,
muchas feministas radicales lesbianas excluyen a las mujeres trans y los hombres
gais cis son de los peores a la hora de utilizar a las personas trans para
conseguir sus propios fines.
Además, hay un gran problema
con el hecho de que las mujeres trans sean incapaces de perdonarse unas a otras
por transgresiones. Como comunidad, nos medimos las unas a las otras según
raseros imposiblemente elevados. Una acción mal representada o malinterpretada tiene
el potencial para ser increíblemente devastadora. He visto a amigas mutuas
destrozarse las unas a las otras en Twitter por ese tipo de temas. Yo también
he sido víctima de este doble rasero. A veces va incluso más allá. He visto a
personas inventarse mentiras que son rápidamente creídas por aquellos que no
tienen acceso a todos los detalles, y eso destruye completamente el sistema de
apoyos de alguien.
Esta no es la forma en que
nosotras las mujeres trans deberíamos estar tratándonos las unas a las otras,
pero sucede. He intentado con todas mis fuerzas expandir la idea de perdonarnos
unas a otras en una comunidad que está demasiado desgarrada por la traición
accidental o intencionada. Me entristece.
Siendo
ese el caso, hemos logrado un masivo progreso en la lucha por los derechos
igualitarios. Todo esto está ahora en peligro de destrucción bajo la
Administración de Trump. Temo que si no podemos dejar nuestras diferencias atrás,
los derechos de todas las personas LGBTQI se habrán rescindido para cuando
Trump deje la Casa Blanca.
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