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lunes, 22 de octubre de 2018

Entrevista: Ignacio Elpidio Domínguez Ruiz, antropólogo, activista y autor de Bifobia

Os traigo una entrevista con Ignacio Elpidio Domínguez Ruiz. Ignacio Elpidio Domínguez Ruiz (Madrid, 1991) está terminando un doctorado en antropología por la Universidad Autónoma de Madrid, centrándose en la promoción turística, el Orgullo LGTBI y la ciudad de Madrid. Es el autor de Bifobia (Egales, 2017), el primer libro sobre la bisexualidad en el activismo LGTBI español. Ha publicado en diferentes formatos y contextos académicos y periodísticos, habiendo impartido también conferencias sobre la intersección de los estudios urbanos y de la diversidad sexual y de género. Activista LGTBI, como miembro de la madrileña asociación Arcópoli, ha estado igualmente vinculado a la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB).


·Eres activista LGTB, luchando desde Madrid por una sociedad libre de LGTBIfobia. ¿Cómo empezaste a moverte en el mundo del activismo, qué te llevó a decidir definitivamente dedicar al menos una parte de tu vida a luchar por una sociedad mejor? Y ¿cuáles son para ti los mayores retos a afrontar por las organizaciones y colectivos LGTBI en la actualidad?

Antes de participar en la asociación Arcópoli estuve varios años militando en Juventudes Socialistas de Madrid y, tras dejarlo, pensé durante meses en volver a militar en alguna organización, dedicando tiempo a algo más que los estudios o el trabajo. En los cuatro años que llevo en Arcópoli los grandes desafíos han ido cambiando, y creo que ahora mismo la mayor barrera es la sociocultural y no la legal: tenemos leyes en gran parte de las Comunidades Autónomas, y lo que queda es que vayamos todos, todas y todes aceptando no solo las leyes sino los principios que hay detrás.


·También eres antropólogo, e investigas el cruce de la diversidad sexual y de género con los estudios urbanos y turísticos. En lo que respecta al fenómeno de que el auge turístico de una ciudad vaya de la mano de la promoción del ambiente LGTBI, y sobre todo G, hay voces a favor y voces en contra; se debate sobre la inclusión y la participación de la ciudadanía, pero también sobre los posibles efectos negativos, como las consecuencias sobre los barrios pobres y los colectivos marginados que comporta la gentrificación. ¿Qué puedes contarnos tú sobre este fenómeno desde una perspectiva más profesional, cuál es tu punto de vista? ¿Por qué se caracteriza, en concreto, el caso madrileño con el Orgullo LGTBI, el Barrio de Chueca…?

El turismo LGTBI —sí, de hecho sobre todo G— lleva unas pocas décadas siendo investigado por cada vez más disciplinas académicas, y gran parte de los estudios o bien no entran en juicios de valor o en visiones dicotómicas, o bien comparan los efectos positivos y negativos de estas formas de turismo, que han de ser en todo momentos descritas en plural. La gentrificación y la turistificación, vayan de la mano o no, son procesos en los que debemos o podemos pensar al hacer turismo, y para las personas LGTBI no es una excepción: al elegir nuestros destinos turísticos, dónde y qué consumir, o qué hacer, estamos incidiendo de formas variadas en nuestros lugares de origen y de destino, que pueden verse como una red. Algunos eventos como la sección LGBT de FITUR, la feria internacional de turismo de Madrid, nos muestran cómo de conectados y comparados están los diferentes destinos y las prácticas turísticas LGTBI. También nos muestran que este segmento no está libre de las inercias del turismo en general: o bien podemos optar por viajes totalmente organizados, distribuidos de forma masiva, o bien podemos buscar un viaje individualizado, o bien podemos caer en la infinita variedad entre los dos extremos. Chueca tiene un papel importante en cualquier caso: puede ser una visita inexcusable para el turismo LGTBI más previsible en Madrid o en el Estado español o, buscando una experiencia menos masificada, puede ser precisamente un punto a evitar. En todo caso, Chueca tiene, como otros barrios similares, características que ayudan a que sea popular para el turismo: una ciudad bien conectada con medios de transporte; una presencia importante en productos culturales como películas, series o novelas; un evento anual que la lleva a pantallas y a redes sociales, etc.


·Ahora, hablemos de tu libro. Eres autor de Bifobia (Egales, 2017), el primer libro publicado sobre la bisexualidad en el activismo LGTBI español. ¿Cómo surgió la idea de escribir este libro, y qué ha caracterizado el proceso de escritura y, sobre todo, de investigación que ha llevado a que este se materialice? ¿Qué es, para ti, lo más importante que has aprendido gracias a escribirlo?

Bifobia nació desde la asociación Arcópoli. Yo ya tenía la intención de participar como socio en los actos del Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad, un año temático convocado por la FELGTB, Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales. Pensé en aportar algo más, desde la antropología, y me fijé en la escasa o nula producción académica y de divulgación sobre la cuestión en el Estado español, y pensé, de forma totalmente pragmática, que era un buen nicho que aprovechar y ocupar. Desde esa decisión fueron meses de búsqueda bibliográfica y, sobre todo, de entrevistas y de observación participante con activistas bisexuales en Arcópoli. Ambas técnicas son las más típicas del trabajo de campo etnográfico y de la antropología, y en este caso supusieron ir acompañando a los y las activistas durante los actos de todo el Año Bisexual, entrevistándoles cada cierto tiempo. Fue un proceso apasionante y divertido, aunque con momentos duros, al encontrar formas de bifobia en las que yo había caído en el pasado —soy un aliado monosexual—, incluso entre personas activistas muy politizadas.


·El título del libro, Bifobia, deja bien claro que las personas bis sufren en esta sociedad patriarcal una violencia y una discriminación por ser quienes son, por existir fuera de la norma heterosexual y de la obligatoriedad de la elección “de un sexo u otro, de un género u otro”. Me interesa especialmente saber sobre la fundamentación de este prejuicio tan antiguo pero tan en auge todavía sobre las personas bis, sobre su identidad y sus elecciones de vida: ¿qué relación hay entre el patriarcado que rige nuestras vidas en esta sociedad y la susodicha bifobia?

La bifobia, al igual que la homofobia y la transfobia, puede rastrearse hasta una raíz: el patriarcado o el sexismo. Como sistema de clasificación y de distribución de recursos —como la visibilidad—, el sexismo marca claramente un binarismo que las bisexualidades se cargan. Puede verse ahí la relación, aunque puede argumentarse también que lo binario tiene un papel fundamental en gran parte de las culturas y sociedades del mundo. Puede verse la analogía con la represión de las personas, al margen de su orientación sexual, por resistirse a satisfacer las expectativas del sistema patriarcal.


·Al respecto de la bifobia, en la presentación de tu libro a la que tuve el placer de asistir, nos explicabas que es muy difícil encontrar estadísticas que reflejen los índices de agresiones, de violencia física sufrida con motivo de ser bis. ¿Qué tipo de violencia es, desde tu punto de vista como investigador, la que más repercute en las vidas de las personas bis? En la misma presentación, una mujer comentaba que no hay que olvidar los altísimos índices de abusos sexuales sufridos por las mujeres bis. ¿Pudiste investigar y entender mejor esta epidemia de violencia sexual mediante la investigación para tu libro?

Diversos estudios, incluyendo la investigación que hay detrás de Bifobia, afirman que la invisibilidad y los estereotipos son las formas más comunes de violencia que sufren las personas no monosexuales. La combinación no deja de ser paradójica: se junta una escasa visibilidad de las personas bisexuales con un conocimiento de estas basado en estereotipos y mitos. Estas formas de violencia pueden parecer menores, al compararlas con agresiones físicas motivadas por la homofobia y la transfobia, pero estudios cuantitativos hablan de graves efectos de la bifofia y del monosexismo, sobre todo en cuanto a salud mental. Al investigar un contexto activista y con un grupo reducido de personas no monosexuales tuve pocas ocasiones para encontrarme con violencia más allá de la simbólica, por lo que solo pude encontrar información sobre abusos sexuales en la literatura académica. El cruce del monosexismo con el sexismo, o de la bisexualidad con el género, está por suerte ampliamente estudiado, de formas cuantitativas y cualitativas.


·A menudo, conversando y debatiendo con compañeros y amigos bis, me cuentan cómo algunos de los peores casos de bifobia los han sufrido por parte de gais y lesbianas de su entorno, de los movimientos incluso. ¿Has podido investigar esta violencia interna mientras escribías Bifobia? ¿Qué sucede con el movimiento contra la LGTBIfobia que tan a menudo caemos, nosotros mismos, en bifobia?

Al estudiar la bifobia en un contexto activista LGTB la violencia más presente fue, precisamente, por parte de gais y de lesbianas. Las reuniones, la preparación de actos o incluso las fiestas fueron escenarios diversos en los que pude conocer una bifobia por parte de compañeros que yo también reproduje antes de concienciarme —asumiendo que siempre es un trabajo en proceso—. Una primera explicación de esta fuente de violencia, por parte de compañeros y compañeras, está en la educación: nos hemos criado en el mismo sistema, y, salvo que nos vayamos politizando y concienciando, vamos reproduciendo las mismas formas de opresión, aunque sean incoherentes con nuestros objetivos personales o colectivos. Por otra parte están los factores específicos. Investigadoras como Amanda Udis-Kessler o Paula Rust han estudiado la bifobia en contextos activistas, señalando cómo las personas LG podemos reproducir el monosexismo por intereses personales, políticos, así como por entender las reivindicaciones bisexuales como un agravio comparativo o como una incompatibilidad con las trayectorias personales de activistas.


·Por último, no puedo dejar de preguntarte desde mi propia resistencia como lesbiana y, también, desde la esperanza: a través de la escritura de tu libro y de tu trayectoria como activista del movimiento LGTBI ¿cuál es tu perspectiva de los logros y retos para el colectivo, cómo definirías todo lo que vamos consiguiendo a día de hoy y, por supuesto, todo lo que nos queda por conseguir?

Los meses desde la publicación del libro y sus presentaciones me han ayudado a conocer a muchas personas, así como la situación del activismo y de la política en varias ciudades y comunidades autónomas. Me han animado a pensar que vamos mejorando, y que gracias a las leyes, las redes sociales y la educación, podemos encontrar personas LGTBI cada vez más concienciadas en cualquier parte del Estado español —y no solo en las grandes ciudades, o donde están las asociaciones más visibles—. Las agresiones físicas y simbólicas o el desajuste entre los discursos y vocabularios de los diferentes activismos y del resto de la sociedad me parecen retos importantes para el presente y el futuro más inmediato, pero creo que vamos en buen camino.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Entrevista: Irene Ruiseñor, poeta y activista

Os traigo una entrevista con Irene Ruiseñor (Twitter / Instagram / Blog). Se llama Irene Gallego y su alter ego es Ruiseñor. Es poetisa, guitarrista y cantautora, estudiante de Estudios Ingleses en la Complutense, además de activista feminista, LGTB y de salud mental.
Ruiseñor apareció tras meses de tratamiento en el hospital por anorexia nerviosa restrictiva y se convirtió en sus labios, que no eran capaces de pedir ayuda; Ruiseñor lo hizo a versos. 
Ruiseñor ha sido su único mecanismo de supervivencia sano. El único que no le ha dejado ni deja cicatrices, muerte y estragos en ella. Ella es la negrura, Ruiseñor la negrura plasmada en papel, intentando buscar algún retazo de blanco.


·¿Cuál es o debería ser el objetivo, o los objetivos, del feminismo en la actualidad? ¿Qué ha supuesto para ti acercarte al feminismo en tu vida, qué cambios, atisbos de nuevas realidades (o realidades que aún no conocías...)?

El feminismo se podría describir como levantarse cada día de la cama, siempre aprendes algo nuevo. El feminismo es un aprender y desaprender continuo. Sobretodo desaprender lo que esta sociedad cisheteropatriarcal nos ha grabado a fuego en la piel. Por eso (a diferencia de décadas atrás, cuando nuestras precursoras nos dieron mil avances como herencia), nuestro cometido es luchar de manera radical —independientemente del movimiento con el cual nos sintamos más identificadas—, como bien dice la palabra, de raíz, y de esa manera extraer esos cánones, roles y misoginia interiorizada, siempre de manera interseccional, apoyando a todo tipo de mujeres, sea cual sea su situación/condición. En esa parte sí que deberíamos parecernos a nuestras precursoras; el feminismo no deja de ser una lucha, y como toda lucha, ha de hacerse su hueco en la sociedad y ahí, de manera drástica, radical, hacerse oír. "Las feministas de antes no hacían tanta tontería...". Y quizá por eso deberíamos parecernos a ellas, lanzar piedras a escaparates, marear al sistema, destrozarlo y reconstruirlo desde cero. 

Gracias al feminismo he sido capaz de crecer como persona y conseguir corregir en la medida de lo posible los pensamientos de algunos de los trastornos que llevo arrastrando desde hace años, ese que no es más que el fruto de lo que la sociedad nos ha inculcado: el trastorno alimenticio. Sé que, como en la mayoría de recuperaciones de enfermedades mentales, el mérito no es más que mío, pero aprender y comprender que todo lo que me decía la televisión, las revistas, las tiendas y sus tallas, era otra manera de controlarnos. De que fuéramos otra vez la marioneta de la historia, moldeadas de manera "perfecta" a antojo de los gustos de ellos. Estoy intentando reaprender lo que se me borró de la mente desde que tengo uso de razón. Y aunque caiga mil veces sé que ya no será como la primera vez, porque ya me sé de memoria la herida y el arma que la causa, y aunque duela horrores me siento algo más "en control".

Y no solamente me ha ayudado a ver mis derrotas como una segunda oportunidad, sino también a sentir la unión entre todas las mujeres, que pasan por lo mismo todos los días, y apoyarlas, defenderlas, luchar por todas como si fuéramos una. Una contra el mundo. También me ha abierto mundos que no conocía, me ha situado en la realidad que intentan maquillar los medios de comunicación, además de hacerme lo suficientemente fuerte como para no quedarme callada ante esas situaciones. 

·Si tuvieras delante a tu yo unos años menor, en la que haya sido una de las peores épocas de tu vida ¿qué le dirías? ¿Qué le aconsejarías o le harías saber, intentando transmitirle fuerza, esperanza, acompañamiento e incluso ganas de luchar?

Primero le daría mucho, mucho amor. Sin saber por qué estoy ahogándome en soledad día tras día a pesar de estar rodeada de gente, así que le haría saber que nunca estará sola por mucho que le pese el mundo sobre los hombros. También le diría que se cuidara, que no se dejara destrozar como yo lo estoy haciendo con mis propias manos. Me gustaría hacerle saber que, aunque a mí me cueste creerlo, siempre vendrá un nuevo día para volver a empezar de cero, cada día. Que no merece sufrir ni matarse a hambre, ni hacerse daño; que merece el amor que recibe aunque le cueste sentirlo a veces. En resumen, le diría todo lo que me gustaría que me hubieran dicho y me dijeran.

·¿Cómo te diste cuenta de que no eras heterosexual y, más concretamente, de que eras lesbiana? ¿Qué le dirías una chica más joven que tú que se da cuenta de que es lesbiana y se siente sola, aislada, repudiada...?

Hasta la edad de los 16 años (tengo 19) me consideré completamente heterosexual, sin duda alguna, no porque en realidad lo fuera sino porque ni siquiera se me había planteado en ningún momento de mi vida que existieran otro tipo de parejas. Como dije antes, nunca me había ni imaginado estar con nadie de otro género, me daba miedo pensarlo, vergüenza a mí misma incluso. Cuando empecé a conocer a mi actual novia, parecía que mi cabeza hacía nudos en los pensamientos haciéndome sentir más confusa y avergonzada. Fue entonces, cuando las cosas entre ella y yo fueron a más, que me denominé bisexual. Creo que lo hice porque me daba miedo desprenderme completamente del hecho de poder salir con hombres, ¿qué pensaría mi madre? ¿Cómo me miraría si se lo dijese? Al fin y al cabo, ser bisexual, me hacía mitad "pecadora", en vez de "pecadora" entera. Así que un mes después de empezar a salir con mi novia, después de mucho tiempo dándole vueltas y sin atreverme del todo, salí del armario con mis padres, les dije que salía con mi novia y que era bisexual. Hasta hace un año y medio o así no me di cuenta que en realidad no sentía atracción por los hombres, y en realidad jamás la había sentido, desde pequeña era así, mi mínima experiencia con ellos fue simple y nada excitante. Recuerdo el tiempo en que en el colegio, cuando era chiquitita, me gustaban niños de mi clase, por el simple hecho de que eran los niños que les gustaban a todas las demás, y porque en mi mente no tenía cabida más que eso, que los niños. Mi primera pareja ha sido y es una persona de mi mismo género, lo cual me ha ayudado a asimilar y aceptar mi sexualidad y a borrar de mi mente todo lo anterior, todo aquello que está mal visto por algunos. 

Hice vista atrás, al momento en el que salí del armario como bisexual en casa, y cuando llorando y riendo a la vez tras el peso que me quitaba de los hombros le preguntaba a mi madre, que lo había aceptado verdaderamente bien:

—¿Entonces, si fuera lesbiana sería diferente? 

Ella frunció las cejas dejando ver que sí que habría diferencia. Estaba claro. Si era bisexual seguía existiendo la posibilidad para ella de que trajera a casa algún día a algún hombre. Recordando eso, me he dicho a mí misma que debía callar el hecho de que era lesbiana. Bisexual en casa, lesbiana en la calle. Es algo que me dolía completamente porque odiaba hacer eso, por el resto de mis hermanes bisexuales, por mentir poniéndome como etiqueta una orientación sexual que no es la mía.

Ahora que han pasado los años me he atrevido a afirmarle a mi madre, que sí, que solo me gustan las mujeres y me he sentido fuerte. Creo que todes deberíamos sentirnos orgulloses del mínimo avance que hagamos en cuanto a este tema, porque incluso los pequeños pasos son grandes victorias.

·Has publicado un poemario. ¿Qué suponen para ti la escritura, la poesía, tanto en el terreno personal de tu día a día (que no deja de ser, también, político) como en forma de arma política para la lucha social?

La escritura ha sido desde siempre, para mí, una manera de evadirme, tanto leyéndola como escribiéndola. Ha sido/es mi salvavidas en mis peores momentos de salud mental, siendo una herramienta a la que acudir en momentos de crisis, un espejo en el que plasmar el dolor, una manera de dejar correr la sangre sin abrir ninguna herida. Me ha ayudado a liberarme en todos los sentidos de la palabra. He sido capaz de abrir mi mente y escribir sobre cosas que dan miedo y tienen mucho estigma en la sociedad, para así poder ser de ayuda a otras personas que estén pasando por lo mismo que yo y que necesiten esa palmadita en el hombro que susurre "yo te entiendo". También para dar voz a aquelles que no pueden ya gritar o que nunca han podido, como los animales no humanos, víctimas de LGTBfobia, de violencia de género....
Creo que desde siempre la literatura ha sido un modo de mostrar la cruda realidad de manera más suave pero ácida, para así abrir ojos y cerrar bocas. 

·En cuanto al susodicho poemario ¿qué puedes contarnos sobre este? ¿Qué nos dirías para convencernos de que queramos leerlo?

«Heridas con coágulos de rimas» es el poemario que el pasado otoño salió a la venta. Es un recopilatorio de algunos de los mejores poemas de mi blog y otros inéditos. Este poemario es un espejo de mi realidad, como persona con problemas de salud mental, entre otras cosas. Hay poemas de superación de TCA, poemas dedicados a mi yo oscuro, a mi maravillosa novia, del día a día siendo una persona con TLP, además de poemas feministas. Más que un poemario es una carta para conocer los lugares más recónditos de mi ser, para averiguar todo aquello que pienso pero que no me atrevo a decir. Son poemas duros pero a la vez llenos de superación —en cuanto a los que hablan de mi intento de recuperación de la anorexia—, también muy reales, en cuanto a los que hablan de mi vida teniendo TLP. 

Es un gran sueño que estoy viendo hecho realidad, el ver publicados mis versos, y me encantaría que me leyerais. Siempre he soñado con ser escritora. Esto es más de lo que creía poder alcanzar y no pienso rendirme. Espero que pronto pueda mostraros el nuevo poemario que acabo de terminar.

lunes, 30 de julio de 2018

Entrevista: Mariló Brioso Olvera, fotógrafa, feminista y skater

Os traigo una entrevista con Mariló Brioso Olvera (Instagram: @bluphotography_), que se define así:

"Soy una chica sobre todo luchadora y defensora de lo justo. Tengo 20 años y estudio fotografía, me encanta que las personas se sientan bonitas con mis retratos. Me considero feminista y, aunque no pertenezco a ningún colectivo porque siempre me ha gustado ir por libre, apoyo los movimientos feministas y LGTB y asisto a todas las manifestaciones que puedo. Mi cosa favorita del mundo es mi skateboard, las chicas también son skaters!"

1. A muchas personas les interesa la fotografía, pero no todas deciden especializarse en este arte. ¿Qué te llevó a elegir la fotografía como ámbito de estudio, a convertirla en algo más que una afición? ¿Cuáles son tus grandes referentes en cuanto a fotografía, sobre todo hablando de fotógrafas mujeres?


La verdad que la fotografía es lo único claro que he tenido en mi vida, hasta mi primer tattoo ha sido una cámara. Mi familia y todo el entorno en general me tenía rayada por los estudios y me inculcaron que hay que optar por algo que tuviera luego un futuro asegurado, pero lo cierto es que el futuro no está asegurado hagas lo que hagas. Me rayé tanto que opté por no hacerle caso a nadie, tomarme un año sabático y pensar en lo que de verdad quería yo hacer de mayor, y aquí estoy a las puertas de obtener mi título de fotografía artística!
Pues de los referentes que he ido aprendiendo este curso me quedo con Juno Calypso, que tiene un trabajo llamado "The Honeymoon", en el que hace una crítica al tipo de mujer que la sociedad ve y cuestiona la manera en que la sociedad presiona a las mujeres para invertir tanto en su apariencia física.

2. Dices que te encanta "que las personas se sientan bonitas" con tus retratos. ¿Cómo crees que se puede conseguir generar un ambiente de confianza y confort, que retroalimente la autoestima tantas veces minada por la sociedad en la que vivimos (sobre todo en el caso de las mujeres) a la hora de fotografiar a alguien? ¿Qué crees que hace que tus fotos transmitan esa sensación? A mí, desde luego, me la transmiten; pero me interesa especialmente la relación entre la fotografiada y la fotógrafa, los pasos a seguir para conseguir que ella se "sienta bonita" o cómoda.

Lo primero que hago para que una persona se sienta bonita es preguntarle por la parte de su cuerpo que menos le gusta, y entonces empiezo por esa parte. Me gusta fotografiar, por ejemplo, todas las partes del cuerpo de mi novia, para que así ella se vea toda bonita entera, como es. Creo que es la mejor forma de que note que veo todo su físico igual de bonito, que me importa cada parte de su cuerpo, que me tomo cierto tiempo para cada una de ellas, y que no le debe incomodar nada, porque me encanta igual. Ella me dice que le gusta verse en mis fotos, porque es como ver a través de mis ojitos y así sabe cómo yo la veo a ella. Así que creo que lo más importante es tu punto de vista, la manera de ver a las personas desde tu perspectiva más bonita, y hacer que se sientan super cómodas ante la cámara.

3. Además de fotógrafa, eres "skater". De hecho, lo afirmas con orgullo: "¡las chicas también son skaters!". ¿A qué edad te iniciaste en este deporte? Y ¿qué te aporta y en qué círculos te ha permitido moverte, si es que no es una afición más solitaria en tu caso? ¿Te has encontrado con trabas o prejuicios por el hecho de ser mujer subida a un "skate"?

Pues empecé a los 11-12 años, me compré un monopatín para empezar a aprender en la plazoleta de mi casa con dos amigos. Cuando le cogimos el truquillo empezamos a patinar en el skatepark de aquí de San Fernando, y bueno me encontré de todo: a muchos les sorprendía ver a una chica practicando este deporte, muchos se me acercaban a preguntarme qué sabía hacer y tal, hasta empecé a gustarle a algún chico, atraído por la novedad de ver a una chica en su ambiente supongo. Y otros simplemente se burlaban, me preguntaban que si yo era un chico o intentaba serlo por vestirme con sus ropas, que simplemente eran chándals y ropa cómoda para patinar. Siempre he pensado en que no sé por qué se empeñan en colocar etiquetas a la ropa. 
Y bueno estuve un tiempo sin patinar en una época de problemas personales en la que lo que menos me apetecía era echarle cara a los imbéciles que me insultaban por ser la única chica en el skatepark. Pero llevo dos años patinando a tope, he conocido a una chica de mi ciudad que también patina y siente la misma libertad que yo haciéndolo, y eso me ayuda mucho, es un gran apoyo y estamos aprendiendo un montón juntas. El pasado mes de Octubre hasta nos apuntamos a una competición, mucha gente nos vio y se alegró de ello, hemos conocido a un montón de gente desde que patinamos juntas, y ahora a los chicos les encanta que patinemos con ellos.

4. Te consideras feminista. A pesar de no pertenecer a ningún colectivo, sí que apoyas los movimientos feministas, así como los movimientos por la liberación de las personas LGTBI. ¿Cuáles son o deberían ser, para ti, los objetivos primordiales de estos dos movimientos sociales tan conectados en la sociedad actual? ¿Cómo han cambiado o mejorado tu vida tanto como mujer como en calidad de persona LGTBI?

Básicamente lo que se debe promover es el respeto, la tolerancia y la visibilidad, dejar claro que seguimos en lucha, que aún insultan y pegan palizas a gente por simplemente amar a alguien o por salir con un gilipollas machista que no te deja ponerte falda. Creo que la sociedad LGTBI está avanzando muchísimo y que la figura de mujer está dando grandes pasos, pero aún seguimos en lucha porque no nos sentimos totalmente libres ni igualmente tratadas respectos a géneros.

5. Hablas de las manifestaciones, y yo recuerdo tus fotografías del Orgullo LGTBI en Andalucía de este año. ¿Cómo fue la experiencia de marchar de la mano de tus compañeras y ser al mismo tiempo una de las que retrataban ese momento histórico (porque sí, estoy segura, estamos haciendo Historia con mayúsculas)? Profundizando un poco más en el arte de temática LGTBI, y en este caso en el ámbito de la fotografía ¿cuáles crees que son los fallos casi "por defecto" de la mayoría de retratos de personas LGTBI que se vuelven más virales y famosos, y cuáles sus puntos fuertes? ¿Cómo intentas tú aportar a esta causa a través de tu arte, tu fotografía; desde qué enfoque?

En realidad el año pasado fue la primera vez que participé en una marcha LGTBI, y me sentí completa. Toda mi vida había intentado esconderme de estos temas por miedo al rechazo o al insulto, y marchar ahí dentro haciendo lo que más me gustaba fue una emoción increíble, me sentía super feliz y apoyada por muchas más personas, me siento genialmente orgullosa de las personas que he conocido hasta ahora y las que me quedan por conocer, porque cada vez somos más!
No creo que haya ningún fallo la verdad, el fallo lo comete la sociedad de mentes cerradas de hoy en día, que no soportan ver un beso de dos chicos/as del mismo sexo y entonces lo difunden como si fuera lo peor que te puede pasar, como si fuese una enfermedad enamorarte sin tener en cuenta los genitales de la otra persona. Lo mejor que podemos hacer es visibilizar la sociedad LGTBI, hacerlo tan normal como la sociedad hetero, porque yo también tengo derecho a besar a mi novia en público y a hacerme fotos preciosas con ella.

6. Por último, estoy segura de que a todas nos encantaría saber un poco más de ti. En este mundo de penumbras ¿cuáles son los pequeños detalles del día a día, los vínculos, las aficiones y las pasiones que prenden la mecha de la esperanza y la ilusión en tu vida? Deporte, espiritualidad, relaciones amorosas o de amistad (familiares incluso), todos los ámbitos del arte ya mencionado (tanto en calidad de consumidora como en calidad de creadora), activismos... ¡Háblanos de ti!

Lo que más me ayuda a combatir el duro día a día son las personas de mi alrededor. Estoy muy feliz de haber hecho ese año sabático y ahora estar haciendo lo que más me gusta. Me siento super feliz con mis compañeros de clase, ayuda mucho estudiar con gente con la que compartes afición. Además gracias a ese año sabático, comparto clase con la persona más bonita que he conocido, mi novia (podéis juzgarme de super enamorada y enchochada pero para qué negarlo). También me alegra saber que mi madre está dando grandes pasos respecto al tema de que salga con una chica y que mi hermano pequeño está asumiendo también que lo normal es salir con quien quieras y más te guste, que lo importante no es fijarte en el sexo, sino amar, amar por encima de todo. 
Creo que he encontrado mi felicidad después de todo lo pasado, me he quedado con las amistades necesarias, las que me han apoyado siempre desde el primer momento, y como ya he dicho, las que me quedan por conocer, porque esto solo acaba de empezar y existen personas preciosas que poco a poco van apareciendo a través de las manifestaciones, fotografía y más artes como la escritura y pintura.

lunes, 23 de julio de 2018

Entrevista: Brújula Intersexual

Bandera intersex.
Intersexualidad es un término que en general se utiliza para una variedad de situaciones del cuerpo, en las cuales, una persona nace con una anatomía reproductiva o sexual (genitales, gónadas, niveles hormonales, patrones cromosómicos) que no parece encajar en las definiciones típicas de masculino o femenino (https://brujulaintersexual.org/2015/01/19/que-es-la-intersexualidad/).

Brújula Intersexual (Web / Facebook / Twitter / Correo electrónico: brujulaintersexual@gmail.com) es un proyecto mexicano que se encarga de difundir e informar sobre todo lo relacionado con la intersexualidad. El sitio tiene, hasta ahora, cinco objetivos. El primero es informar, difundir y visibilizar todo lo relacionado con la intersexualidad. Le damos prioridad, y nos parece más importante, la opinión de las personas intersexuales que la opinión médica. El segundo objetivo es abrir un espacio para ofrecer ayuda y orientación a personas intersexuales y a sus familias. El tercero es servir como un punto de encuentro para las personas intersexuales. Siendo que la mayoría de la información sobre este tema está en inglés, la página también tiene un cuarto objetivo que es traducir al español y compartir artículos relacionados con el tema. Por último, el principal objetivo de la página es que todos tomen conciencia de que la intersexualidad no es una patología ni algo que se tenga que “corregir”, que todas las personas entiendan que la intersexualidad es algo natural y normal, ya que lo normal en la naturaleza es la diversidad. Como una vez leí: “las personas intersexuales no necesitan cambiar su cuerpo, la sociedad necesita cambiar su mente” (https://brujulaintersexual.org/acerca-de/).

Las componentes que responden, a quienes he entrevistado, son:

Laura Inter, coordinadora y fundadora de Brújula Intersexual, desde 2013.

Mara Cristina Toledo, Licenciada en antropología física, aliada de la comunidad Intersex y colaboradora de Brújula Intersexual desde el 2014.

1. Destacáis como motor de vuestro proyecto una frase que leyó una vez la fundadora, que dice "las personas intersexuales no necesitan cambiar su cuerpo, la sociedad necesita cambiar su mente." ¿Creéis que los progresos institucionales y legales irán de la mano de los cambios sociales a mejor, o al revés, que es necesario que la sociedad cambie su mentalidad y sus prejuicios hacia las personas intersex para que se lo que dicen las leyes se cumpla verdaderamente en la práctica?

Laura Inter: Creo que es importante y que sí deben ir de la mano, en México las organizaciones intersex trabajamos con las instituciones en la creación y promoción de políticas públicas, pero también asesorando a su personal, después de todo las instituciones las hacen las personas, y esas personas deben estar sensibilizadas en el tema.

Sin embargo, en Brújula Intersexual le damos prioridad a la educación de la población en general sobre los problemas que enfrentamos las personas intersexuales. Esto lo hacemos a través de talleres gratuitos, conferencias, asistiendo a eventos a los que nos invitan, entrevistas en radio y televisión, y poniendo a disposición del público en general materiales en español, tales como artículos, historias de personas intersexuales, vídeos, etc.

Los cambios legales y el trabajo con las instituciones para la creación de políticas públicas son importantes, pero llevan mucho tiempo. En cambio, la educación a través de talleres y demás, tiene un efecto inmediato en la mentalidad de las personas, las cuales escuchan sobre el tema por primera vez, y dado que aproximadamente un 2% de la población nace con un cuerpo intersexual, es común que muchas de estas personas ya conozcan a alguien con estas características y puedan compartir esta información. Además, siendo que la información sobre el tema intersex es tan limitada en nuestro país, muchas personas que cuentan con cuerpos intersexuales desconocen el término “intersexual”, y relacionan sus variaciones en sus características sexuales con una patología o con un diagnóstico médico, y por tanto, creen estar enfermas por el simple hecho de contar con un cuerpo con esas características, y al asistir a los talleres o al leer las historias o información que compartimos, se dan cuenta que sus características sexuales diversas no representan una patología, y que pueden resignificar esas características a través de un lenguaje que no las patologice, lo que influye de manera positiva en su autoestima y salud mental.

2. Una de las preguntas cuya respuesta más me interesa conocer es la siguiente: ¿sois parte de la comunidad LGTBI? Es decir ¿la I tiene su razón de ser en el acrónimo, desde vuestras experiencias y vivencias, o son luchas distanciadas a pesar de la similitud de las discriminaciones legales y sociales y el origen histórico común en los fundamentos patriarcales? He encontrado tanto a personas intersex que se afirman LGTBI como a personas intersex que se distancian del colectivo, variando mucho la perspectiva según el lugar o la época.

LI: Esta es una pregunta para la que no hay una respuesta absoluta.

Muchas organizaciones y personas intersexuales no están de acuerdo con la inclusión, esto porque las organizaciones que dicen ser LGBTI, no cuentan con miembros intersexuales dentro de sus organizaciones, además de que a veces ni siquiera conocen el tema a profundidad, y cuando comparten información sobre el mismo, suele ser información que no ayuda a nuestra comunidad y solo crea más confusión, además de reproducir mitos sobre la configuración de nuestros cuerpos. También se da el caso de que la inclusión solo se realiza para utilizar a las personas intersexuales como un argumento para justificar otros fines, por ejemplo, para justificar temas de identidad de género, y rara vez se hacen visibles los problemas reales que enfrentan las personas intersexuales.

En lo personal, creo que la inclusión de la “I” en el acrónimo LGBT, si es que se da, debe ser una informada, responsable, consciente y realizarse solo si la organización cuenta con miembros intersexuales. O por lo menos antes de incluir la “I” informarse con organizaciones intersex sobre que significa la intersexualidad, y cuales son los principales problemas que enfrenta la comunidad.

De lo contrario, solo se creará confusión, y se reproducirán mitos como que la intersexualidad es un “tercer sexo”, o que somos personas “con los dos sexos”, o que todas las personas intersexuales son de género no binario, o peor aún, que la intersexualidad es una identidad de género o una orientación sexual. Cuando en realidad la intersexualidad es un tipo de cuerpo con el que se nace, y no tiene nada que ver con la identidad de la persona, de hecho, la mayoría de las personas intersexuales sí se identifican con un género binario. Cualquier persona tenga un cuerpo considerado típicamente femenino, típicamente masculino o con características intersexuales, puede identificarse con un género no binario. Las características sexuales de una persona, tenga un cuerpo intersexual o no, no están intrínseca y directamente relacionadas con su identidad de género.

3. Una reivindicación intersex sobre la que he leído en vuestra página y sobre la que no había oído hablar tanto es la que hace referencia a las reparaciones y, en definitiva, a la memoria histórica. ¿A qué tipo de reparaciones os referís en este caso, y podéis contarnos un poco sobre las violencias sufridas por las personas intersex?

Dibujo de orquídea de la artista Carla Núñez.
LI: Como en otras partes del mundo, el principal problema que enfrentan las personas con características intersexuales, es que el protocolo médico a personas con estas características incluye frecuentes revisiones a los genitales en presencia de varios médicos y, en algunos casos, continuas fotografías del cuerpo o partes de éste sin consentimiento de la persona, cirugías genitales, alteración irreversible de tejidos y órganos sanos, extracción de gónadas sin indicios de enfermedad, dilataciones vaginales (donde se introducen tubos de diversos tamaños en la vagina recién creada mediante cirugía) y otros “tratamientos” médicamente innecesarios y sin el consentimiento plenamente informado de la persona en cuestión, a menudo son realizados en menores de edad, frecuentemente en bebés y niñxs pequeñxs que aún no tienen la capacidad de consentir ni entender lo que sucede. Estas prácticas se justifican como cirugías y tratamientos necesarios, ya que tienen el objetivo de ajustar las formas genitales, y la apariencia de la persona, a las nociones típicas de los cuerpos masculinos y femeninos y con ello evitar problemas en las relaciones sociales, y también, con la idea de que la persona en un futuro pueda ser capaz de tener relaciones sexuales que se adecúen al modelo androcéntrico de la sexualidad (heterosexuales), es decir, que la persona pueda penetrar o ser penetrada. Esas cirugías y tratamientos se realizan por prejuicios y no por salud.

Entre las consecuencias de estas cirugías podemos encontrar: dolor crónico, esterilidad, dolor al mantener relaciones sexuales, pérdida parcial o total de la sensibilidad sexual, infecciones vaginales o urinarias recurrentes, incontinencia urinaria, cicatrices, dependencia a una terapia de reemplazo hormonal de por vida (por ejemplo, en el caso de la extracción de gónadas), así como diversas complicaciones de salud dependiendo de la “técnica” quirúrgica utilizada. Entre las consecuencias psicológicas encontramos: depresión, trauma relacionado a pasar gran parte de su vida en los hospitales, traumas similares a los de una violación, tendencias suicidas, baja autoestima, aversión a las relaciones sexuales, etc.

Muchas personas intersexuales que sufren secuelas físicas y psicológicas de estas cirugías y “tratamientos”, no cuentan con los recursos económicos para hacer frente a los problemas de salud, físicos y mentales, que enfrentan como consecuencia directa de los procedimientos a los que fueron sometidxs. Y tampoco es justo que tengan que pagar para reparar los errores de la institución médica.

Así que, cuando hablamos de reparación, nos referimos a que las instituciones de salud responsables de la realización de estos procedimientos se encarguen de la atención médica y tratamientos que necesitan estas personas como consecuencia de lo que les hicieron sin su consentimiento, así como de pagar por la atención psicológica que necesiten. También a que paguen una indemnización justa y adecuada a estas personas, que en muchos casos debido a la depresión o a los problemas de salud física que les causaron, no son capaces de tener un empleo estable. Asimismo, se refiere a extender una disculpa pública por el daño causado a la persona y/o a su familia.

4. A mí, como intento de escritora y activista lesbiana, me interesa especialmente la memoria histórica antes mencionada; y es a menudo en la Historia indígena, en las comunidades y vivencias precoloniales, donde encontramos las personas LGTBI un atisbo de esperanza: la sociedad no fue siempre tan cruel con nosotrxs. ¿Hay algún tipo de conciencia histórica que recoja información y memoria de las personas intersex en el México precolonial?

Mara Cristina: Hay pocos textos que hacen referencia a la intersexualidad en culturas no occidentales, por ejemplo, Hill (1935) reporta que entre los indios navajo en Nuevo México (E.U), las personas intersexuales eran llamadas nadle y eran consideras como sagradas y responsables de la riqueza de su comunidad. Edgerton (1964) explica que en la comunidad potok en África eran llamados despectivamente serrer, además eran personas que se enfrentaban a la violencia y a la exclusión de la comunidad. Y Herd (1994) refiere que en República Dominicana los guevedoche, eran personas que al nacer eran asignados como niñas cuyos cuerpos cambiaban llegando a la pubertad: los testículos descendían y crecía el clítoris; también vivían rechazo social y discriminación.

Hasta donde tenemos entendido es difícil saber si en el contexto de México prehispánico se ha documentado esta información, en realidad sería complejo rastrearlo debido a que desconocemos cómo eran nombradas las personas que tenían variaciones corporales en las características sexuales. Además, es oportuno recordar que mucha de la información prehispánica fue destruida durante la conquista. Por lo tanto, aunque es una buena pregunta la que planteas, es difícil de responder porque no hay fuentes claras de información.

5. Por último, me gustaría preguntaros, como feminista, sobre la situación específica de las mujeres intersex. Si, bajo el patriarcado, tanto las mujeres como cualquier persona LGTBI nos vemos violentadas sistemáticamente ¿qué desventajas confronta una mujer intersex en esta sociedad respecto a sus compañeros hombres? Y ¿creéis necesaria la conciencia y la lucha feministas para conseguir la liberación de todo cuerpo oprimido, de toda persona intersex también?
 
MC: Las experiencias intersexuales son diversas, no hay una única forma de vivir una corporalidad intersexual, en consecuencia, las problemáticas vividas en un sistema heteronormativo patriarcal pueden ser muy amplias. Además, son situaciones muy diferentes las que viven las personas intersexuales que fueron intervenidas quirúrgicamente, de aquellas que conservan su integridad corporal.

Una visión desde el feminismo respecto de las desventajas que viven las mujeres intersex frente a los hombres intersex, necesaramiente implica un análisis desde la crítica, ya que esto invita a problematizar y deconstruir algunas de las categorías más enraizadas tanto en la teoría como en la vida cotidiana; sexo, género, identidad y cuerpo. Lo que podemos decir, a partir de esto y de manera general es lo siguiente: 1) que las cirugías genitales suelen ser feminizantes, es decir, que a la mayoría de los bebés que nace con características intersexuales se les opera para que sus genitales sean visualmente parecidos a los de una mujer típica; porque desde la práctica médica se argumenta que es “más sencillo quitar tejido que poner”, esto significa que es más sencillo hacer un orificio que parezca una vagina, a añadir tejido que parezca un pene. Esto además en función de lo que, --de acuerdo con el modelo androcéntrico de la sexualidad-- se espera que una persona con vagina debe hacer: ser penetrada; 2 En términos de las propuestas teóricas de Judith Butler y Fausto-Sterling podríamos decir que las personas intersexuales no intervenidas que tienen una identidad femenina se enfrentan con frecuencia a ser percibidas como “no suficientemente femeninas”, es decir, que al final, el modelo de feminidad y masculinidad impuesto por el sistema heteronormativo deja excluidas y constriñe la vida de a aquellas mujeres que no cumplen con los estereotipos de género y sexo; 3) sin embargo, siempre hay que recordar que no todas las personas con variaciones de las características sexuales se identifican como intersexuales y que la intersexualidad siempre nos va llevar a pensar en la corporalidad, de tal manera que una persona intersex que se identifique o no como mujer, se enfrentará a problemáticas vinculadas a cómo es social y culturalmente percibido su cuerpo, de tal suerte que incluso una persona que se identifica como hombre intersex puede enfrentarse a una situación de desigualdad social, por ejemplo, que no pueda atender su salud sexual o reproductiva de los ovarios o de la matriz porque tiene una expresión de género masculina o una identidad genérica y jurídica de hombre, o bien una mujer intersex que  --desde el sistema patriarcal--  nunca será vista como “una verdadera mujer” porque no tiene la posibilidad de embarazarse debido a que tiene testículos internos y no tiene matriz. En realidad, el feminismo puede ayudar combatir a aquello que constriñe la vida de las personas intesex, siempre y cuando se haga desde la crítica y no se caiga en determinismo biológicos de qué es ser una mujer. Algunas de las acciones más combativas han sido, justo como se ha comentado anteriormente, generar espacios educativos y de sensibilización social en torno a las corporalidades intersex.

martes, 13 de marzo de 2018

Entrevistando a la Resistencia: Ós Gat, ilustradora valenciana

En la quinceava entrega de Entrevistando a la Resistencia, en que entrevisto a activistas, artistas y, en la mayoría de los casos, ambas; os traigo una entrevista con Ós Gat, ilustradora valenciana (Instagram: Ós Gat).


1. ¿Cómo te iniciaste en el arte? ¿Dibujas desde pequeña? Y ¿qué significa el arte para ti?

Sí, dibujo desde pequeña, y no sabría decirte cómo me inicié. Es algo que he hecho siempre, y lo que he hecho ha sido no parar nunca de dibujar; al final, ha pasado de ser algo que hacía en mi tiempo libre, a algo a lo que me quería dedicar y que estoy estudiando.

No sabría decir qué significa realmente el arte. Creo que es básicamente una forma de expresarse, mi forma de expresar lo que siento. Tampoco considero que lo que haga sea arte, no me considero artista, sobre todo estando en proceso de formación; mi duda es si algún día podré llegar a considerarme artista o si, sencillamente, siempre será un proceso de irme formando e ir aprendiendo cosas.

2. Al seguir tanto por redes sociales como presencialmente a tantas mujeres artistas feministas, a veces tengo la sensación de recibir un aluvión de mensajes repetitivos. Me encanta, me apasiona que sean o seamos tantas las mujeres que defendemos armadas de pincel y de bolígrafo unos ideales que me parecen imprescindibles para construir otra sociedad mejor; pero a veces me pregunto si acaso no estamos reciclando todas los mismos mensajes, olvidando darles nuestra propia impronta, haciendo lo mismo que criticamos: seguir modas sin desarrollar un criterio y una creatividad propias. Este fue uno de los motivos por los que quise entrevistarte: tus ilustraciones, para mí, representan tanto una forma de arte como unas ideas feministas muy auténticas. Verdaderamente únicas. ¿Qué piensas de lo que planteo? Y ¿cómo crees que logras encontrar un equilibrio entre difundir los ideales feministas cada vez más extendidos, y menos mal, y mantener un sello personal?

Yo no veo que el mensaje sea repetitivo, porque yo sigo en Instagram a un montón de artistas y de alguna forma u otra, cada mensaje lo veo diferente. Aunque sea el mismo mensaje, la forma que tienen de llevarlo a cabo es diferente; sí que creo que cada una tiene su sello personal.

Es cierto que intento no recurrir a ciertas referencias; intento que mis personajes sean muy andróginos, que no les puedas asignar un género, por mucho que aparezcan tetas. Mi intención no es que se relacione a un personaje con un género, que no se haga esa asociación de mujer y coño o mujer y útero. Una cosa que he aprendido del feminismo es que hay mujeres con pene.

Cuando empecé con mi cuenta de Instagram, yo no creo que mis dibujos tuvieran ese sentido. Empecé subiendo dibujos que hacía en una libreta, era lo que se me pasaba por la cabeza, no tenían todos un significado ni una intención. Pero al final, reflejas cómo te sientes, al dibujar; entonces, sin querer, te van pasando cosas día a día que vas reflejando y acaban teniendo ese mensaje.

Sí que es cierto que todos mis dibujos siguen teniendo el mismo estilo, sólo que ahora tienen mayor sentido porque incorporan un mensaje.

3. Otra impresión que tengo al seguirte en Instagram e ir guardando las ilustraciones que más me gustan es que la emotividad y las emociones, más fáciles o más difíciles de sentir, tienen una importante presencia en tus creaciones artísticas. ¿A qué se debe esto? ¿Cómo crees que podemos reivindicar, no sólo la necesidad de construir una sociedad en la que todas las personas podamos sentir libremente independientemente de nuestro género desde rabia hasta tristeza y la objetividad no reine sobre la subjetividad, sino también la necesidad de construir unos feminismos que no nos vendan el modelo de mujer fuerte e impasible a la que nada le afecta (pues yo misma he sentido a veces que no era “suficientemente feminista” por sentir celos aprendidos de una sociedad patriarcal o sufrir ataques de ansiedad ante el acoso sexual)?

A mí, personalmente, me cuesta mucho abrirme; exteriorizar sentimientos. Así que con los dibujos se me hace mucho más fácil, tanto de formas más evidentes (a veces sí que miro el dibujo y se nota realmente lo que estoy sintiendo), como a base de metáforas, que en ese momento lo veo de una forma y al día siguiente sentirme de otra y también encontrar algo. Los dibujos me ayudan mucho a poder expresar cosas que a lo mejor, con palabras, no sería capaz.

Y al final, todo el mundo siente. Yo misma estoy esforzándome en intentar aprender a exteriorizar más lo que siento, y es eso, no tener miedo de sentir; da igual lo que sientas, ser capaz de expresarlo, si un día estás mal, poder decirlo y si un día estás muy bien, decirlo también.

4. También quería preguntarte sobre aquellas mujeres que se erigen como tus referentes; en el terreno del arte, en el terreno de la política, el activismo y la militancia, y sencillamente en tu vida, en tu día a día. Quiénes son esas artistas, históricas y contemporáneas, que te inspiran a la hora de crear. Quiénes son esas mujeres a las que agradeces todo lo conseguido para todas nosotras en el pasado y todo lo que se conseguirá para todas nosotras en el futuro gracias a la labor actual de muchas. Y quiénes son esa abuela, esa amiga, esa conocida… que te enseñan cada día lo que es, en la práctica, el feminismo (aún sin considerarse feministas, muchas).

En el terreno de la lucha se me hace muy difícil elegir; me siento muy orgullosa de todas las mujeres, por ejemplo, tras el 8 de marzo. Me parece tan importante todo lo que hacen esas personas que se han preocupado de hacer posible el 8 de marzo, toda la gente que hay detrás de eso, como las que la han secundado; y como las que no han podido, pero que no por ello son menos. Al final del día, ser mujer es una lucha en sí misma.

En cuanto al ámbito artístico, también es una pregunta muy amplia. A nivel musical, hay muchas personas cuyas letras me inspiran de alguna forma (por ejemplo, Gata Cattana, toda una referente; Ana Tijoux; Sara Hebe… te podría decir muchísimas más).

Y a nivel de pintura, una de mis hermanas mayores estudió Bellas Artes y es alguien a quien he estado viendo pintar siempre (su nombre artístico es Diana Bama). Diría también a Flavita Banana, que me gusta mucho sobre todo por su mensaje; luego Frances Cannon me gusta también un montón, y lo que me gusta mucho de su arte es lo que transmite sobre el amor propio. Me gusta mucho lubadalu; me acaban gustando todas por lo que transmiten, porque expresan muchas cosas que yo estoy pensando en ese momento. Polly Nor también me gusta un montón.

En mi vida cotidiana, las mujeres de mi familia son para mí todas referentes. Por su forma de actuar; son muchas cosas, quiera o no, es difícil de explicar. Al final son las que me han educado, y soy como soy por eso.

5. Y ya por último: ¿cuál es el significado de tu arte? ¿Qué aportan, al final del día, tus ilustraciones a las personas que las ven a través de redes o que te agradecen personalmente tu trabajo creativo? ¿Qué es para ti lo más importante de todo lo que pretendes transmitir?

Yo no pretendía hacer nada; cuando hago un dibujo, no es que lo haga para mí, pero sencillamente lo hago sin pensar en si le va a gustar a alguien o no. No es que me dé igual porque cuando alguien me habla, me dice que le ha gustado o que se ha sentido identificada, me alegra; pero no es esa la finalidad. No pretendo generar nada, y a partir de ahí, todo lo que venga es bienvenido.

Se me hace muy difícil pensar en ver mis ilustraciones desde fuera, porque al final todos me transmiten emociones. Y las asocio sin querer a cómo me he sentido cuando estaba dibujando, porque sé lo que ha habido detrás.

miércoles, 6 de diciembre de 2017

#MesHistoriaLGTBI: Relacions sàfiques "al començament"

he estat llegint molt sobre història sàfica (de dones no heterosexuals) però entenc que no tothom té la capacitat o les energies per llegir llibres/mirar documentals/etc així que vaig a escriure una sèrie de textos sobre allò que he après d’història sàfica fins ara!

-al començament: hi ha multitud de llegendes sobre deesses que crearen la humanitat en absència d’homes. en textos indis sobre l’origen podem llegir sobre naixements que no provenen del sexe heterosexual estereotípic. hi ha una història sobre Aruna, déu del crepuscle, que es converteix en dona per assistir a una celebració en la qual les dones ballen nues. Aruna manté relacions sexuals amb dues dones i dóna a llum a una criatura de cadascuna.

en una llegenda japonesa, Ama no Uzume fa que la llum del Sol torni a la Terra aconseguint que la deessa del Sol, Amaterasu, isqui de la seva cova. Com aconsegueix Ama no Uzume que Amaterasu isqui de la seva cova? mostrant-li els fits, quasi els genitals també.

després hi ha les Amazones. les històries sobre les Amazones provenen del Nord d’Àfrica, de l’Est d’Europa, del Centre d’Àsia, d’Índia, de Xina i de Mongòlia. les Amazones són conegudes pel seu poder militar, la seva virginitat i l’absència d’homes en les seves comunitats. però mantenien les Amazones relacions sàfiques les unes amb les altres?

un explorador del segle XVI contava una història sobre el Riu Amazones en la qual hi vivien dones que no comerciaven amb homes i que es casaven les unes amb les altres.
així que les històries sobre dones independents i autònomes tenen una reminiscència de relacions sàfiques.

entrant ara en la mitologia grega, hi ha una història sàfica sobre la nimfa Cal·listo. Cal·listo era la favorita d’Artemisa, i per aconseguir atraure-la, Zeus hagué de transformar-s’hi en la deessa. fins i tot Plató, en la misògina Antiga Grècia, conta un mite que podria tindre reminiscències de relacions sàfiques: els primers éssers humans eren dues persones enganxades per l’esquena, i una volta Zeus s’enfadà i els dividí en dos. alguns d’aquests primers éssers humans eren dues meitats del mateix gènere i alguns eren dues meitats de diferent gènere, i es buscaven els uns als altres.

però més enllà dels mites i llegendes, què hi ha de l’evidència històrica de les relacions sàfiques al començament?

l’antropòloga Evelyn Blackwood manté que es donaven relacions sexuals entre dones en les primeres societats. les dones Azande, en Àfrica, sovint mantenien relacions sexuals amb altres dones Azande tot i estar casades amb homes; aquestes dones eren les seves co-esposes. les relacions sexuals entre co-esposes podrien haver tingut lloc en més societats africanes: Nube, Haussa, Nyakyusa.

les relacions sexuals entre aquestes dones eren sovint part d’un ritual d’iniciació que tenia lloc en els seus anys adolescents. al Sud de l’Àfrica, en la societat !Kung San, les noies participaven en jocs sexuals amb altres noies. al Centre d’Austràlia, joves amb relacions de parentesc que més tard es convertirien en cunyades tenien sexe amb un penis artificial i fins i tot es tocaven el clítoris les unes a les altres.


totes aquestes històries, tant els mites com les llegendes i l’evidència històrica, són totes prova de que les relacions sàfiques existien “al començament”.